En un mundo digital en constante expansión, los centros de datos son infraestructuras críticas para el almacenamiento y procesamiento de información. Para garantizar su operatividad, la refrigeración es un factor esencial, y el agua juega un papel clave en los sistemas de enfriamiento. Sin embargo, la calidad del agua utilizada influye directamente en la eficiencia, el mantenimiento y la sostenibilidad de estos sistemas. En este artículo, exploraremos la importancia del agua en los centros de datos, los desafíos asociados a su uso y cómo las tecnologías avanzadas optimizan su gestión.
Los sistemas de enfriamiento por agua son ampliamente utilizados en centros de datos debido a su eficiencia térmica y menor consumo energético en comparación con alternativas basadas en aire. Existen diversas configuraciones, como torres de enfriamiento y sistemas de circuito cerrado, que dependen de la calidad del agua para su correcto funcionamiento.
Los sistemas de refrigeración de centros de datos pueden configurarse en circuitos abiertos o cerrados, y cada uno presenta particularidades en cuanto a su gestión y tratamiento del agua:
Comprender estas diferencias permite seleccionar las estrategias de tratamiento más adecuadas para cada tipo de sistema, asegurando un uso eficiente y sostenible del agua en la refrigeración de centros de datos.
En J. Huesa diseñan, fabrican a medida e implementan soluciones de tratamiento de agua personalizadas para centros de datos, garantizando calidad, eficiencia y sostenibilidad.
Para mantener la eficiencia de los sistemas de enfriamiento, es esencial monitorear y controlar ciertos parámetros del agua:
El uso continuo de agua en estos sistemas presenta retos técnicos que afectan tanto el rendimiento como la longevidad de los equipos:
Para mitigar estos problemas, es fundamental implementar un tratamiento adecuado del agua, asegurando parámetros óptimos de conductividad, dureza y contenido microbiológico.
A continuación, se presentan las principales tecnologías de tratamiento de agua en estos sistemas y sus beneficios.
La filtración mecánica utiliza mallas, cartuchos o lechos de arena para retener partículas en suspensión y sólidos arrastrados por el agua de reposición.
Los descalcificadores intercambian iones de calcio y magnesio por sodio, reduciendo la dureza del agua y previniendo la formación de incrustaciones.
Ambas tecnologías emplean membranas semipermeables para la eliminación de sales, partículas y contaminantes orgánicos. La nanofiltración es menos exigente en presión y elimina selectivamente dureza y materia orgánica, mientras que la ósmosis inversa elimina hasta el 99% de los sólidos disueltos.
El uso de productos químicos específicos ayuda a controlar la corrosión, la formación de incrustaciones y el crecimiento microbiológico.
El oxígeno disuelto en el agua es un factor clave en la corrosión de los sistemas de refrigeración. Tecnologías como la desgasificación térmica o el uso de productos desoxigenantes eliminan este problema.
El sistema de desinfección por radiación UV inactiva microorganismos presentes en el agua sin necesidad de añadir productos químicos.
Cada una de estas tecnologías de tratamiento de agua en circuitos cerrados de refrigeración ofrece ventajas específicas que pueden combinarse según las necesidades del sistema. La correcta selección e implementación de estas soluciones permite optimizar la eficiencia térmica, reducir los costos operativos y garantizar la sostenibilidad del uso del agua en entornos industriales y tecnológicos.
No obstante, la elección de la tecnología adecuada no solo depende de las características del circuito de refrigeración, sino también del conocimiento experto en el tratamiento del agua. Contar con una empresa especializada en el diseño de soluciones a medida es clave para garantizar que la estrategia aplicada sea la óptima en términos de eficiencia, durabilidad y sostenibilidad.
La experiencia en el análisis del agua, la evaluación de los riesgos asociados y la implementación de tecnologías avanzadas permite a estas compañías ofrecer soluciones adaptadas a cada sistema, minimizando problemas operativos y maximizando el rendimiento de los equipos. En este contexto, el know-how técnico y la innovación en tratamientos de agua juegan un papel determinante en la fiabilidad y competitividad de los procesos industriales.
J. Huesa, especializada en soluciones de tratamiento de agua para aplicaciones industriales, implementó recientemente un sistema de nanofiltración en un importante centro de datos ubicado en España.
El cliente precisaba adaptar el agua de red a la calidad de un circuito de refrigeración cerrado.
Dos plantas de tratamiento de agua mediante nanofiltración con un caudal de 57 m3/h cada una de ellas que han permitido adaptar las características del agua de aporte, eliminando selectivamente las sales responsables de las incrustaciones sin comprometer la calidad del agua de refrigeración.
El agua es un recurso esencial en la refrigeración de los centros de datos, pero su calidad debe ser gestionada adecuadamente para evitar problemas técnicos y garantizar un funcionamiento eficiente. Tecnologías como la nanofiltración ofrecen una solución avanzada y sostenible para optimizar el uso del agua en estos entornos críticos.
J. Huesa se especializa en proporcionar soluciones innovadoras para el tratamiento del agua en procesos industriales, asegurando eficiencia operativa y sostenibilidad en infraestructuras estratégicas como los centros de datos.
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