Advanced Factories, evento líder en automatización y robótica industrial en el que FEDEME ha colaborado como supporting partner, ha clausurado hoy su sexta edición batiendo todos sus récords hasta la fecha. Durante tres días, 20.654 congresistas han pasado por el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona para descubrir las últimas soluciones en automatización industrial, robótica e Inteligencia Artificial para mejorar la competitividad de la industria. Superando las cifras registradas antes de la pandemia, el evento ha reunido a 351 firmas expositoras y 295 expertos internacionales en el Industry 4.0 Congress, generando un impacto económico de 43 millones de euros para la ciudad de Barcelona.
Advanced Factories ha puesto de manifiesto la necesidad de contar con una industria de proximidad, más competitiva y sostenible, relocalizado la producción y estableciendo en Europa grandes centros de innovación. “Europa ha comprendido que tenemos que replantear la cadena de suministro. Es por ello que, junto a los fondos NextGeneration, acaba de anunciar ayudas para establecer fábricas de semiconductores, clave para garantizar la producción industrial de miles de bienes de consumo en territorio de la Unión. Relocalizar nuestra industria es un requisito ineludible para abastecer con un menor impacto ambiental, y la clave para conseguirlo es a través de fábricas avanzadas, automatizadas y robotizadas”, ha señalado Albert Planas, director general de Advanced Factories. De hecho, la Comisión Europea presentó en febrero la Ley Europea de Chips, con la que pretende movilizar inversiones por 43.000 millones de euros para fabricar en Europa el 20% de la producción mundial de chips en 2023.
Y es que disponer de una industria propia de semiconductores es clave para industrias como la automoción, que se encuentra en plena transformación hacia nuevos modelos como el vehículo eléctrico o el vehículo autónomo y conectado. Así lo ha puesto de manifiesto Joaquín Gómez, responsable de desarrollo de negocio de ITAInnova: “La nueva movilidad tendrá un impacto en el sector de automoción, tanto en las fábricas de vehículos como en las de componentes. La crisis de los microchips ha puesto de manifiesto que no tenemos la cadena de valor de componentes necesaria para hacer frente a la movilidad del futuro”. De hecho, en 2021 la fabricación de vehículos en España se redujo un 7,5% a causa de los problemas de suministro de microchips.
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