Una de las labores principales de las empresas es la búsqueda de nuevos nichos de mercado donde poder ampliar su actividad y aumentar sus expectativas de negocio.
Sustitución de máquinas por ciclo de vida cumplido o por la imposibilidad de repararlas por el refrigerante usado, renovación de equipos por consumos excesivos, nuevas instalaciones tanto en vivienda como en oficinas o comerciales, etc.
Estas son algunas de las oportunidades de negocio que se presentan en el día a día, todas incluyendo la instalación de nuevos equipos, pero existe una faceta donde la instalación frigorífica, aparentemente, no se ve afectada. Ya veremos que no es así. El cambio de actividad de locales o edificios.
La existencia de locales o edificios que cambian de actividad con instalaciones de climatización existentes implican una licencia de apertura que exige la adecuación a normativa existente en ese momento. Muchas de estas instalaciones, por no decir todas, incumplieron o incumplen el RITE en su IT 1.1.4 Caracterización y cuantificación de la exigencia de bienestar e higiene. Tras este nombre se esconde lo que en el sector se conoce como aporte de aire exterior, un gran desconocido en los proyectos de adecuación de locales y de cuya necesidad normativa podemos “sacar tajada”.
Labor de los instaladores, asociaciones, federaciones, confederaciones y cualquier implicado en el mundo de la climatización es la de informar a las ingenierías, arquitecturas y propiedades de esta exigencia de bienestar e higiene que implica determinados caudales de aire exterior, pre-filtraciones, filtraciones y en muchos casos recuperaciones.
Como técnico de la Federación de Empresarios del Metal, FEDEME, y por ende de su Asociación de Instaladores de Calefacción, Climatización, Fontanería, Gas y Afines de Sevilla, he participado como ponente en numerosas charlas, mesas de trabajo y cursos donde este tema ha resultado ser totalmente desconocido por los asistentes, todos relacionados con el sector de la construcción. Solo recuerdo que este aspecto ya se encontraba recogido en el RD 1751/1998 y más tarde actualizado y potenciado con el RD 1027/2007 y sus posteriores modificaciones.
Si analizamos la citada instrucción las actividades implicadas en la mismas son:
Quien conozca la normativa habrá detectado que he transcrito literalmente la clasificación que realiza el RITE de las diferentes calidades de aire interior, familiarmente IDAs, y quien no lo haya hecho que se aplique el cuento.
Si nos remontamos al inicio de este artículo comentamos que aparentemente la instalación frigorífica no se veía afectada. Nada más lejos de la realidad. Caudales de 28.8, 45 ó 72m³/h por persona implican una nueva carga térmica al local que invito a que calculen psicrométricamente para las condiciones climáticas de sus localizaciones. Mi experiencia sevillana me indica que el incremento de potencia puede estar, conservadoramente, entre un 20 y un 30% de la potencia requerida sin ventilación, dependiendo del uso del local o edificio, de su ubicación y si no se contempla la instalación de recuperador.
Creo que los argumentos expuestos son más que suficientes para que calculen y apliquen estos valores a sus futuros presupuestos. No sería la primera instalación que se clausura por la Administración Pública por el incumplimiento de este aspecto.
Analicemos un par de casos:
CASO 1. Reforma de una cafetería en Sevilla con aforo de 50 personas.
Tomando condiciones de Sevilla:
Solo con estos datos podemos determinar que el caudal de aire exterior que se debe inyectar a la sala es de 1.440 m3/h, prefiltrado con F5 y filtrado con F7 (IDA 3).
Hasta aquí solo hemos aplicado la IT 1.1.4, pero ¿qué carga térmica implica esta ventilación?
Con pequeños cálculos psicrométricos obtenemos que la potencia para vencer esta carga es de 6 kW en modo frío y de 9.5 kW en modo calor. Estos kW no estaban contemplados en la instalación existente, por lo que esta no es suficiente y el confort interior desaparece. Si suponemos que el local de 120 m² tenía una instalación de 20 kW en modo frío, esta carga supone un aumento del 30% de la potencia frigorífica.
CASO 2. Adecuación de un local para oficina en Madrid con aforo de 30 personas.
Tomando condiciones de Madrid:
Con estos datos podemos determinar que el caudal de aire exterior que se debe inyectar a la sala es de 1.350 m3/h, prefiltrado con F6 y filtrado con F8 (IDA 2).
De nuevo, hasta aquí solo hemos aplicado la IT 1.1.4, pero ¿qué carga térmica implica esta ventilación?
En este caso la potencia necesaria para climatizar este aire nuevo es de 5.5 kW en modo frío y de 10.5 kW en modo calor. Si la oficina tiene 150 m² y una instalación de 27 kW en modo frío, el aumento de potencia es del 20%.
Estos dos casos anteriores nos indican que las instalaciones de climatización deben ser, al menos, reforzadas y en casos más drásticos, tipo IDA 1, sustituidas. Si los casos anteriores fueran tipo IDA 1 las potencias de frío para ventilación se hubieran elevado a 7.5 kW, 37% más de la inicial y 4.4 kW, 16% más de la inicial, respectivamente, pero teniendo que haber incluido en la instalación recuperadores de flujo cruzado con caudales de 3.600 y 2.160 m³/h.
Recordemos que la IT 1.2.4.5. Recuperación de energía nos exige el uso de recuperadores a partir de caudales de renovación superiores a los 1.800 m³/h y con eficiencias dependientes de las horas de uso del local o edificio.
Por todo esto hacemos hincapié en el estudio de estos casos en los que parecía que no había que modificar demasiado la instalación existente de climatización pero que sin embargo se ven complementadas o modificadas muy profundamente.
José J. Arboledas Herranz
Asesoría Técnica Federación de Empresarios del Metal, FEDEME
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