La Federación de Empresarios del Metal, FEDEME, ha realizado una encuesta entre sus asociados para conocer con mayor exactitud el impacto de la crisis originada por el coronavirus y obtener una valoración con más profundidad del impacto laboral y económico ocasionado en las empresas del Metal, así como de las perspectivas sobre la actividad a corto plazo, una vez transcurridas las primeras cuatro semanas.
El estado de alarma en el que actualmente se encuentra inmerso el país, además de en la salud, está impactando de manera destacada en la economía sevillana y en concreto en el sector de la industria, servicios y comercio del Metal.
Para conocer con mayor exactitud este impacto, la Federación de Empresarios del Metal, FEDEME, ha realizado una encuesta con el objetivo de hacer una valoración con más profundidad del impacto laboral y económico de esta crisis en las empresas del Metal, y de las perspectivas sobre la actividad a corto plazo, una vez transcurridas las primeras cuatro semanas.
La muestra, realizada entre el domingo 12 y el lunes 13 de abril, recoge el impacto de las primeras medidas adoptadas, inclusive la repercusión derivada del RD 10/2020, de 29 de marzo, por el que se paralizaba la actividad de los sectores “no esenciales”.
En esta encuesta ha participado el 25% de las empresas asociadas a FEDEME, lo que ofrece una una visión global del impacto de esta crisis en las empresas del Metal de la provincia.
De los resultados obtenidos en este sondeo destaca que más de la mitad de los encuestados (50,9%) sitúan la supresión o rebaja de impuestos como la medida de mayor prioridad a adoptar por la Administración.
Otro dato a considerar es que casi el 60% de las empresas del Metal sevillanas han visto disminuida su actividad en más de un 75%, lo que revela el importante impacto de la crisis sobre este sector.
En cuanto a la situación actual en la que se encuentran las empresas, un 37% declaran estar cerradas, frente a un 62% que continúa abiertas, de las cuales: el 26% con restricciones; 21% sin restricciones y un 15% cubriendo servicios de urgencia.
Para el 87,7% de las empresas encuestadas, el cese o caída de actividad de sus clientes es la causa de mayor afección, seguida de la falta de suministros.
En cuanto a la previsión de evolución de la actividad a corto plazo, el 45% prevé que la actividad de sus empresas se reducirá respecto a la actual, frente a un 15% que considera que se incrementará a corto plazo.
En el 31% de las empresas encuestadas, no hay personal trabajando actualmente, frente a un 18% en el que el porcentaje de la plantilla que está en activo se sitúa entre el 76 y el 100%.
El teletrabajo es una opción a la que han podido recurrir algo menos de la mitad de las empresas encuestadas. En la mayoría de los casos (41%) para un porcentaje no muy elevado de la plantilla (1-25%).
Entre las medidas adoptadas para hacer frente a la situación actual, las empresas encuestadas declaran haber recurrido al ERTE como principal medida para hacer frente a la situación actual.
En este sentido, el 66% de los encuestados declara haber presentado ERTE, y de ellos, el 84% lo ha tramitado por la vía de la fuerza mayor.
Más de la mitad de las empresas que han presentado ERTE (53%) aún no ha recibido respuesta. En un 35% de los casos la resolución ha sido acorde a la petición.
De las empresas que han presentado ERTE, en el 71% de los casos ha afectado a más de 50% de la plantilla.
En lo que respecta a los créditos ICO, El 57% de las empresas afirma haber recurrido a esta vía de financiación. Entre los principales impedimentos destacados en su tramitación, destacan: excesiva burocracia, retrasos, falta de fondos y condiciones abusivas, entre otros.
A través de esta encuesta, las empresas participantes han tenido la oportunidad de plasmar también las propuestas que en representación de su empresa o sector consideran importantes de cara a trasladarlas a las administraciones.
En este sentido, las propuestas más repetidas han sido la suspensión del pago de impuestos y cuotas de autónomos, hasta como mínimo el fin del estado de alarma, la ampliación de suministros de EPIS, la extensión de los test a toda la población, y la planificación de ayudas post-crisis destinadas a empresas y autónomos.
Necesidad de EPIS
Otro de los aspectos que ha revelado esta encuesta es que el 78% de las empresas participantes declara tener problemas de abastecimiento de EPIS (un 45% tiene escasez y están intentando conseguir más y a un 33% no les quedan y no tienen forma de adquirirlos).
Por este motivo FEDEME ha solicitado a sus asociados un desglose de la necesidad de EPIS, con el objetivo de realizar las gestiones oportunas para que estos puedan llegar a las empresas.
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