Sin duda, abril ha sido un mes especialmente relevante, informativamente hablando, para la denuncia pública de una estafa que está afectando seriamente a la buena imagen de las empresas que se dedican a la comercialización y distribución de vehículos de ocasión. Me estoy refiriendo al fraude en la manipulación de cuentakilómetros, una práctica que se ha disparado con la crisis y con la que se persigue hacer creer al comprador que el vehículo cuenta con menos kilómetros de los realmente recorridos y así poder fijar un precio de venta más alto. Insisto, se trata de un fraude que nos está perjudicando de lleno a los que legalmente y de forma transparente nos dedicamos al negocio de la compraventa de vehículos, al englobarnos a todos dentro del mismo saco, pero que representa fundamentalmente una pérdida de garantías para los consumidores, quienes están pagando un sobreprecio por un vehículo trucado.
Se están dando pasos importantes en la lucha contra este fraude y como decía, en el mes de abril los medios se hacían eco de la actuación emprendida por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Carmona, quienes en el marco de la operación Fuentes Veloz detenían a un individuo e imputaban a otros tres por estafa, al vender vehículos con los cuentakilómetros manipulados. La colaboración de esta patronal durante la fase de investigación de esta operación fue constante y desde estas líneas quiero mostrar una vez más nuestra satisfacción por el resultado de la misma y poner en relieve la importancia de que se pongan en marcha operaciones de este tipo, lo que demuestra, sin duda, la implicación hacia nuestro sector.
Pocos días después desayunábamos con la noticia de que la Audiencia Provincial de Sevilla condenaba a cinco meses de cárcel por un delito de estafa a dos mecánicos acusados de manipular los cuentakilómetros de coches de segunda mano, y a dos meses de prisión a otros ocho acusados. Pese a lo positivo de esta actuación y al hecho ejemplarizante que representa la sentencia, resulta llamativo cómo el enjuiciamiento de la causa llega diez años más tarde, dado que los hechos se cometieron entre 2002 y 2003.
Confiamos en la justicia y en las actuaciones emprendidas por las fuerzas del orden pero la excesiva dilación en estos casos resulta contraproducente. Las personas que se están lucrando con este tipo de prácticas fraudulentas no pueden actuar con total impunidad, ya que su beneficio implica el perjuicio de otros muchos. Desde la patronal que represento y en apoyo de FEDEME estamos implicados al cien por cien en esta causa y por nuestra parte vamos a continuar con la persecución contra este tipo de delitos, recabando información concreta para posteriormente constatarla con la parte afectada y poner punto y final a la práctica ilegal de la manipulación de los cuentakilómetros o en su defecto, y como última alternativa, proceder a la denuncia de dicha actividad.
Esperamos que todo nuestro esfuerzo tenga sus frutos y que patronal, administración y justicia nos alineemos en pro de la persecución de este tipo de actividades lo que redundará sin duda en la buena imagen de este sector y la protección de los consumidores.
Manuel Berrocal Jiménez
Presidente de la Asociación Provincial y Regional de Empresas de Distribución Comercial de Vehículos Turismos, Motocicletas y Vehículos Industriales de Ocasión Usados, ASOCASIÓN y ASOCASIÓN Andalucía
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