LA ENTREVISTA: RAÚL DE LA PEÑA AGUILAR


Presidente de la Asociación Provincial de Instaladores de Calefacción, Climatización, Fontanería, Gas y Afines de Sevilla:

"La contratación de un instalador no autorizado supone a la larga más costes para el consumidor"

En el mes de enero, la Asamblea General de la Asociación Provincial de Instaladores de Calefacción, Climatización, Fontanería, Gas y Afines de Sevilla, designaba a Raúl De la Peña Aguilar como presidente de esta patronal.

De esta forma, De la Peña toma el relevo de Juan Antonio Peña Torres, profesional con dilatada experiencia en este sector, quien ha permanecido al frente de la presidencia prácticamente desde los inicios de la Asociación, allá por el año 1982.

Raúl De la Peña Aguilar (Sevilla, 1971) es diplomado en Ciencias Empresariales por la Universidad de Sevilla y ejerce su labor profesional desde hace más de 16 años como director comercial de la compañía Orgado Barrios y Salinas S.A., (Orbasa), empresa familiar dedicada a la instalación y mantenimiento de aire acondicionado, ventilación, calefacción y energía solar, con medio siglo de historia a sus espaldas.

Tras su designación, el nuevo presidente ha trazado la hoja de ruta que marcará el camino de la Asociación en su nueva etapa. Para hablarnos de sus objetivos y de las problemáticas que afectan en estos momentos al sector, FEDEME se ha entrevistado con el empresario.

¿Cuáles son los principales problemas que aquejan en estos momentos al sector y cómo plantea la Asociación abordarlos en esta nueva etapa?

Los principales problemas son, en parte, los mismos que siempre se han venido sufriendo. El intrusismo, tanto por el lado de la instalación propiamente dicha, con competencia que va desde quien instala sin ningún control y totalmente fuera de la Ley,  hasta quien estando en principio dentro de la legalidad no termina de cumplir con todos los requisitos legales establecidos, que al fin y al cabo provoca un desfase de costes con quien sí cumple con todos estos requisitos. En cuanto al otro tipo de intrusismo, batalla que está casi perdida, es la consideración de nuestro trabajo como el de la instalación de un simple electrodoméstico, cuando por todo lo que conlleva la misma es mucho más complejo y necesita más preparación y control en general. El sector del gas está algo más controlado por el componente evidente de peligro que conlleva pero el de climatización no al mismo nivel y desde luego en fontanería el mercado es una selva donde cualquiera se dedica a este sector sin control alguno, con las barbaridades que provocan posteriormente ciertas instalaciones mal ejecutadas.

Instalador autorizado vs instalador “pirata” ¿qué riesgos corre el consumidor que opta por la contratación de estos pseudoprofesionales pasando por alto la relación calidad-seguridad-precio?

 Centrándonos solo en los riesgos de seguridad, estos son más importantes de lo que comúnmente puede pensarse. Ese dicho de que “no ocurren más cosas porque Dios no quiere” es cierto, dado que en general los márgenes de seguridad con los que se calculan las instalaciones y elementos de las mismas permiten desmanes de quienes no están del todo capacitados para realizar determinadas instalaciones. Pero el riesgo es claro y pongo algunos ejemplos:

En climatización, una máquina tiene componentes eléctricos que pueden causar electrocuciones y/o daños en la instalación eléctrica centralizada, no solo en la propia máquina, si no se saben manipular. Los gases que utilizan funcionan a presión y además pueden producir quemaduras por congelación. No digamos el efecto medioambiental de una mala manipulación en cuanto al daño que producen estos gases en la atmósfera (efecto invernadero, una vez mitigado el de la capa de ozono con los nuevos gases). Las soldaduras que pueden necesitar estas instalaciones, efectuadas por personal no cualificado, pueden provocar igualmente quemaduras de diversa consideración. A todo esto le podemos sumar la inevitable carga de riesgo por accidente que lleva aparejada toda instalación, muchas de ellas realizadas en altura y con elementos de cierto peso. A la responsabilidad que el usuario puede tener en caso de accidente hay que sumarle el coste que para el sistema sanitario tienen estos casos y terminar de redondear la tragedia con el problema que puede suponer para el entorno familiar del propio accidentado una lesión de cierta gravedad producida sin cobertura legal o incluso de forma totalmente ilegal, con pérdida de derechos sociales (prestaciones, etc.).

En fontanería, malas instalaciones, que además suelen quedar posteriormente ocultas por la propia obra, pueden desembocar en problemas de por vida en instalaciones mal ejecutadas.

En el sector del gas, inspecciones o instalaciones realizadas por no profesionales pueden producir accidentes con gravísimas consecuencias.

En todos los casos, la utilización de materiales de baja calidad e incluso aislamientos deficientes redundan en pérdidas de eficiencia energética, es decir, más coste para el usuario a la larga.

La formación continua de los profesionales es clave para la prestación de un mejor servicio, máxime en un sector como el vuestro ¿Existe una oferta formativa acorde a las necesidades del sector de instaladores? ¿Se plantea desde la Asociación alguna estrategia en este sentido?

Indudablemente, la formación continua es clave para la diferenciación en los servicios que prestan los profesionales, y esa diferenciación ha de ser uno de los pilares en los que basar nuestra mejor oferta en cuanto a calidad, ya que por todo lo anteriormente dicho, la competencia en precio puro a día de hoy es complicada de eliminar. La oferta en formación va poco a poco acercándose a lo que necesita el instalador y es IMPRESCINDIBLE que todos los asociados ayudemos al personal de formación de FEDEME para guiarles en nuestras necesidades. Algunas titulaciones oficiales están, poco a poco, formando jóvenes en nuestros sectores aunque aún se está en vías de conseguir que esa formación sea lo suficientemente adecuada en el binomio teoría/práctica.

Representa a un sector muy castigado que vive constantemente bajo la sospecha de nuevos casos de estafa (por ejemplo, casos de falsas revisiones de gas). ¿De qué manera influyen estos casos en vuestra reputación profesional?

Ni que decir tiene que todas las noticias que puedan manchar el buen nombre de los instaladores por culpa de desaprensivos, que los hay en cualquier sector de la sociedad, nos hace daño. Lo único que podemos ofrecer es seriedad y profesionalidad en nuestro trabajo, así como demandar a nuestros clientes y a la administración el máximo rigor, por un lado, con quien se contrata y por el otro, en el control de la actividad. La prudencia por parte del consumidor es primordial para evitar las estafas, desconfiando de trabajos ofrecidos al estilo “puerta fría”, y solicitando en todo caso cita previa y certificación de la empresa junto a la factura correspondiente.

La unión hace la fuerza, sin embargo, hay muchos empresarios que no creen en la cultura del asociacionismo ¿qué les diría a esos profesionales que se muestran más reticentes? ¿qué puede aportarles el pertenecer a una patronal como la que preside?

La unión de las empresas en asociaciones consigue varios efectos: por un lado, normalizar el sector, llegando a una competencia en precio/calidad lo más cercano al ideal, desplazando al ilegal o pirata. Por supuesto que es difícil, pero no intentarlo es garantía de fracaso. Por otro lado, nuestras demandas tienen muchas más posibilidades de ser oídas si se plantean en conjunto que si lo hacemos de uno en uno. También la conexión entre instaladores hace que, aun siendo competencia entre nosotros, en ningún caso seamos enemigos y podamos incluso crear sinergias y unión ante posibles retos o proyectos que quizás solos no pudiéramos asumir.

Concretamente, estos puntos comentados son parte de los objetivos que me planteo en la Asociación, que por añadidura al estar integrada en FEDEME nos permite acceder a una serie de servicios prestados por los profesionales que trabajan en ella que difícilmente los encontraríamos fuera de la misma por el conocimiento que tienen de nuestros problemas concretos como instaladores. Recomiendo encarecidamente a todos los asociados que no hayan probado los servicios que oferta FEDEME a que lo hagan, pues quedarán gratamente sorprendidos.

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